Fajitas de pollo y queso sin verduras

Receta ↓ Ángela Solar

¿Estás listo para descubrir el plato más irresistible y sin complicaciones? Las fajitas de pollo y queso sin verduras son una delicia que no te puedes perder. Este must-try para los entusiastas de la carne y el queso es el resultado de un matrimonio perfecto de sabores, ¡con una textura crujiente que te encantará! ¡No esperes más y anímate a probar esta receta sencilla y deliciosa!

Los imprescindibles para tus fajitas

¿Listo para el festín? Aquí tienes todo para unas deliciosas fajitas con queso que te harán la boca agua. Y tranquilo, que la lista es sencilla y sin complicaciones.

• Pechuga de pollo - Vamos a necesitar unos 500 gramos. Te recomiendo que elijas pechuga fresca y de calidad, porque, seamos sinceros, ¡es lo que va a marcar la diferencia!
• Salsa de soja - Con 100 ml vamos sobrados para bañar el pollo en ese sabor intenso y ligeramente salado que nos encanta. Si eres de paladar sensible, busca una con menos sodio.
• Aceite - Un par de cucharadas bastarán para que se dore a la perfección. Y si te sientes aventurero, ¿por qué no probar con un aceite de sésamo para un giro asiático?
• Sal y pimienta - Esto va a gusto del consumidor. ¿Te gusta con carácter? No te cortes con la pimienta.
• Para fundir - Aquí viene lo bueno, unos 200 gramos de ese lácteo que se derrite y estira que tanto nos gusta. ¿Eres de los que prefieren un sabor más intenso? Prueba con uno ahumado.
• Tortillas de trigo - Prepara unas 8, porque cuando empieces, no podrás parar. Y si quieres ir un paso más allá, busca tortillas de maíz para una experiencia más auténtica.

Preparación del pollo

¡Vamos a cocinar la proteína para nuestras deliciosas fajitas de queso! Personalmente, me encanta el sabor que la salsa de soja le da a este ingrediente, así que esta receta es una de mis favoritas.

Lo primero que haremos es limpiar y cortar en tiras finas. Si tienes un cuchillo afilado, te recomiendo usar el para obtener un corte limpio y uniforme. Pero si no tienes uno, no te preocupes, ¡con un poco de paciencia puedes cortar el pollo con cualquier cuchillo!

1. Una vez que tengamos el pollo cortado, vamos a preparar la marinada. En un bol mezclaremos la salsa de soja, el aceite de oliva, la sal y la pimienta al gusto. ¡No te olvides de probar la marinada antes de añadir el pollo para asegurarte de que esté a tu gusto! Y si quieres darle un toque extra, ¡prueba a añadir un poco de jengibre o ajo picado!
2. A continuación, añade el pollo al bol y déjalo marinar durante al menos 30 minutos. Si tienes tiempo, deja que se marine durante una hora o incluso toda la noche para que el sabor se imprégne por completo. Yo suelo preparar la marinada la noche anterior y dejarla en la nevera hasta el día siguiente.

¡Y eso es todo! Ahora tenemos el pollo listo para cocinar. Mi truco es saltearlo a fuego medio-alto para que se dore por fuera pero quede jugoso por dentro. Pero si prefieres una cocción más lenta, ¡no dudes en bajar el fuego y dejarlo cocinar a tu gusto! ¡Buen provecho!

Cocción del pollo

Para conseguir una cocción perfecta del pollo, sigue estos consejos:

• No sobrecargues la sartén. Para que se dore uniformemente y quede crujiente por fuera, asegúrate de no sobrecargar la sartén. Prepara la carne en tandas si es necesario.
• No pases por alto el tiempo de marinado. El tiempo de marinado es esencial para que absorba los sabores y quede más jugoso. Deja que se marine durante al menos 30 minutos para obtener mejores resultados.
• Usa aceite de oliva para saltear el pollo. El aceite de oliva es ideal para saltear el pollo, ya que tiene un punto de humo alto y agrega un sabor delicioso. Asegúrate de calentar el aceite antes de añadirlo a la sartén.